Piernas llenas de caminos,Orejas en las que la música habla español con acento rumano,Manos que tocaron tantas veces otras manos, pero nunca las indicadas,Ojos que aprendieron a llover y provocaron tormentas,Tantas promesas rotas por miedo de no perder, mientras perdía,Y tus «déjame ir» y «Nunca regresaré» que te llevaron otra vez aquí. Distancia de esteSigue leyendo «Nuestra mejor perdida de tiempo»