Dime,
¿Qué se siente leer tu nombre en la portada de mi libro?
¿Qué se siente leer nuestra historia en un maldito papel?
¿Cómo te sientes ver tu nombre y la descripción de tu persona en cada poema?
¿Qué sientes al leer mis sentimientos?
Ah, se me había olvidado que tú no sabes leer…
Pero dime,
¿Qué se siente oír tu nombre en tantos labios que recitan mi poema?
¿Como te sientes después de escuchar mi nombre al lado del tuyo?
Pero eso también se me había olvidado, eres sordo.
Pero entonces dime,
Dime que aún me amas,
Dime que quieres volver porque te hago falta,
Dime que tanto me pensaste…
Pero ¿por qué no dices nada?
Y otra vez se me olvidó, que eres mudo…
Pero se me habían olvidado tantas cosas sobre ti…
Quizás ya no te recuerdo ni siquiera un poco
Y solo estos versos me recuerdan quien eres.
En cuestiones de amores, lo impredecible es muy común porque él, sordo, mudo y ciego, logró remover tu corazón. Me gustó tu poema. Buena semana para ti.
Manuel Angel
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