La culpa fue mía por haberme topado contigo,
Por haber cruzado esa calle,
Por haber mirado en esa dirección.
La culpa fue mía por haber salido de casa en aquel maldito momento,
Por haber tomado el tren,
Por haber salido de la estación.
La culpa fue mía por verme tan bella y radiante ese día,
Por haber puesto ese vestido que vuelta cabezas,
Por haberte voltado la tuya.
La culpa mayor fue mía, cuando sonreí, sin saber que esto te ganaría el corazón,
Por haber mirado más de 3 segundos tus ojos,
Por haberme mordido el labio inferior al ver tus zapatos.
La culpa fue totalmente mía, cuando bajé la cabeza y me encontré con mis mejillas sonrojadas,
Por volverte a mirar,
Por haberte pedido sin palabras, que te quedes…
La culpa fue categóricamente mía por haberte sonreído con mis ojos,
Por haberte enamorado con mis movimientos,
Por hacerte pensar que yo también me enamoré…
Pero la culpa no fue tuya,
Porque ya era mía,
Porque ya te había conquistado.